El Dolmen de Menga

El más grande de los tres monumentos funerarios, sus dimensiones, tanto de la estructura en su conjunto como de los elementos que lo componen hace de este Dolmen una construcción realmente espectacular.

Historia del Dolmen de Menga

Construido en torno al 3751-3653 a.C. aproximadamente (Neolítico).

Lo que no enseña es que se trataba de una sociedad relativamente avanzada, con tiempo para el desarrollo de destrezas y técnicas que nada tenían que ver con la supervivencia primaria.

Supuso una gran organización, planificación y coordinación, contar con la logística adecuada así como los conocimientos técnicos para hacer frente a los distintos retos a los que se tenían que enfrentar. Solo el desplazamiento de los grandes bloques de piedra desde las canteras, hoy día todavía se considera un hito.

Descripción y características del Dolmen de Menga

El Dolmen de Menga se compone de una serie de grandes bloques de piedra verticales (ortostatos) que forman una gran galería, al final de la cual, podemos adivinar la cámara. Todo ello bajo grandes bloques de piedras llamadas cobijas. Todo ello cubierto de un túmulo circular dejando a la vista únicamente el acceso al dolmen.

Las dimensiones son “monumentales” (nunca mejor dicho) para este tipo de construcción:

El corredor y la cámara se forman con 12 ortostatos por banda más uno fondo, 5 cobijas más una 6ª desaparecida que debía ir sobre la puerta más 3 pilares centrales que ayudan a sustentar las pesadas cobijas.

METROS DE LONGITUD

METROS DE ALTURA EN LA ENTRADA

METROS DE ALTO AL FINAL DE LA GALERÍA

METROS DE DIÁMETRO DE LA CÁMARA FUNERARIA

TONELADAS MÁXIMAS DE ALGUNAS COBIJAS

METROS DE DIÁMETRO DEL TÚMULO

Curiosidades y singularidades del Dolmen de Menga

Una de las singularidades importantes es la utilización de pilares intermedios, que ayudan a sostener el brutal peso de las cobijas, lo cual no es habitual durante el megalítico. (Actualmente solo el primer pilar, realiza esta función)

El Dolmen de Menga al igual que los Tholos de El Romeral, no están orientados a una evento astronómico, como es lo habitual en este tipo de construcciones (solsticio y equinoccios).

Sin embargo, Menga está orientado a un elemento orográfico, en este caso, la Peña de los Enamorados, lo que se considera una orientación anómala. Es posible que esto, se debiera al significado religioso o creencias ancestrales en torno a la Peña.

Descubrimiento y protección del Dolmen de Menga

Es difícil establecer le momento exacto del descubrimiento, es posible que éste, nunca llegase como tal, ya que es posible que siempre hubiese estado visible y accesible, tanto es así que se sabe de los distintos usos que ha tenido a lo largo de la historia, como por ejemplo cabrerizas.

El momento en el que se identifica como un elemento constructivo de relevancia es en 1847 por el Arquitecto Municipal de Málaga y miembro de la Comisión de Monumentos Artísticos e Históricos de la Provincia de Málaga Rafael Mitjana y Ardison.